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Premios y Castigos

Esta ley aparentemente obvia explica la decadencia total del sistema de gobierno occidental: CUANDO PREMIAS LAS ESTADÍSTICAS BAJAS Y CASTIGAS LAS ESTADÍSTICAS ALTAS, OBTIENES ESTADÍSTICAS BAJAS.

Premios y Castigos

Si premias la falta de producción, no obtienes producción.

Cuando castigas la producción, no obtienes producción.

El estado de beneficencia puede definirse como ese estado que premia la falta de producción a expensas de la producción. Que no nos sorprenda entonces que finalmente todos nos volvamos esclavos en una sociedad muerta de hambre.

Aunque parezca extraño, una de las mejores maneras de detectar a una persona supresiva, es que aplasta las estadísticas altas y condona o premia las estadísticas bajas. A una persona supresiva le hace muy feliz que todos padezcan hambre hasta morir, que se haga añicos al buen trabajador y se felicite al mal trabajador.

Saca tus propias conclusiones respecto a si los gobiernos occidentales (o los estados de beneficencia) se convirtieron finalmente en supresivos o no, puesto que usaron la ley que usan los supresivos: Si premias la falta de producción, no obtienes producción.

Aunque todo esto es muy obvio para nosotros, parece haber sido desconocido, pasado por alto o ignorado por los gobiernos del siglo XX.

En la dirección de todos nuestros asuntos, en todas las cuestiones de premios y castigos, nosotros prestamos mucha atención a las leyes básicas anteriores y usamos esta política.

¿Qué es lo correcto?

Premiamos la producción y las estadísticas altas y castigamos la falta de producción y las estadísticas bajas. Siempre.

La caridad es la caridad. Beneficia al donante, dándole una sensación de superioridad y posición. Es un inconveniente para el receptor, pero la acepta ya que debe hacerlo y promete (si tiene algo de orgullo) dejar de ser pobre y empezar a trabajar.

La caridad no puede imponerse mediante ley y arresto, ya que entonces sería extorsión y no caridad.

Y no pienses que trato de hacerle propaganda al capitalismo. Eso también es demasiado trillado.

El capitalismo es el sistema económico de vivir sin producir. Según la definición exacta, es el sistema económico de vivir de los intereses de los préstamos, lo cual es un grado extremo de premiar la no producción.

El parasitismo es parasitismo. Ya sea que haya mucho o poco, es desagradable.

Todos estos ismos son casi iguales de absurdos y todos sus herederos fueron del mismo tipo, supresivos, si es que no lo fueron sus fundadores.

Todo lo que yo promuevo es que el trabajador que trabaja merece una oportunidad y el administrador que trabaja merece su paga y la empresa exitosa merece los frutos del éxito.

Verás que yo me opongo sólo cuando el éxito se logra mediante la esclavitud o cuando se premia a los holgazanes o ladrones.

Esto es un nuevo punto de vista. Es un punto de vista honesto.

Premia la estadística alta y condena la baja y todos triunfaremos.

Basado en las obras de L. Ronald Hubbard

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