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La promoción es, por supuesto, una parte esencial del marketing.

Es la acción de hacer que algo sea bien conocido y se piense bien de ello.

Es el arte de ofrecer aquello a lo que se responderá.

Promoción

La palabra clave aquí es RESPUESTA. Ya sea en cuando a servicios o mercancías vendidas, comunicación o buen nombre, la respuesta es la prueba de toda promoción.

Para obtener respuesta, hay que averiguar primero lo que la gente desea. Hay que averiguar lo que la gente considera valioso. Cuando uno sabe lo que quieren y lo que consideran valioso, sabe a qué responderán.

Las encuestas son necesarias. No es bueno andar a ciegas o tratar de adivinar. No se SABRÁ hasta que se encueste.

Así que la primera pregunta en toda promoción es: “¿Estoy totalmente seguro, antes de invertir dinero alguno en esta promoción (elaborarla, imprimirla y mandarla por correo), de que la gente considerará que lo que estoy promocionando es lo bastante valioso como para cambiarlo por las cosas valiosas que tanto les ha costado ganar?”.

La respuesta se encuentra en los resultados de tu encuesta. La promoción siempre, siempre, siempre se basa en encuestas, y debe incluir el factor de intercambio.

La prueba real de la buena promoción es: ¿está obteniendo un intercambio efectivo? El intercambio puede ser comunicación, puede ser buen nombre, pero… ¿está obteniendo intercambio?

La comunicación y el buen nombre son valiosos por sí mismos y, además, preceden y conducen al intercambio material de algo valioso por algo valioso. De manera que cualquiera de ellos se considera un intercambio valioso efectivo en la promoción.

Sin embargo, con el fin de seguir sobreviviendo y promocionando, uno debe llegar muy en breve a un intercambio material de algo valioso por algo valioso: un consumo del producto que se está promocionando. En lo que respecta al intercambio material, si está tratando de producir algo y nadie se ocupa de absorberlo o consumirlo, de inmediato tendrá problemas, ya que nadie le va a apoyar, y ahí es donde está su ingreso. Así que el valor final de la promoción y de donde obtiene el dinero para hacer promoción está en el CONSUMO de lo que está promocionando.

El dato importante es: SE PROMOCIONA LO QUE SE PUEDE ENTREGAR Y CONSUMIR.

Haga que sea una política firme el promover la venta de lo que tiene listo para poner en manos del público en el momento de la promoción y no promocionar con fuerza los productos futuros que aún no tiene.

Entonces, en cualquier obra de promoción, ya sea anuncio, un folleto, un volante, un opúsculo o un póster, siga la línea de:

  1. Atraer.
  2. Interesar.
  3. Lograr que llegue su mensaje.

Seguir esa secuencia puede tener muchas formas diferentes en diversas obras de promoción, dependiendo del tema, la expresión anímica, el diseño y el texto de la obra. Pero en cualquier promoción de éxito, se encontrará que la secuencia básica es simplemente esa: atracción, interés, mensaje.

Existen dos directrices que se deben seguir en cualquier tipo de promoción:

  1. No haber venta blandengue.
  2. No exponernos a afirmaciones falsas.

El arte de la venta dura es decirle a la gente que haga algo. La venta dura se basa en saber y promocionar en conformidad con la verdad.

Por lo tanto, no minimice cosas en su promoción, Sólo diga la verdad y descubrirá que es muy eficaz.

Basado en obras de L. Ronald Hubbard

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